17 September 2024

MI PRIMER DÍA EN LA MORGUE

Cristian Kummel Sierra

Simplemente inicie mi día como cualquier estudiante en ese momento, pues era un jueves y tenía que tomar la clase de “anatomía forense” en horas de la noche, estas clases las tomaba en la institución donde adquirí mis conocimientos básicos en criminalística, es decir hace 10 años, allí un sujeto delgado, de estatura media y de aproximadamente de unos 35 años de edad con sus gafas delgadas tomo la lista y llamo a cada uno de mis compañeros, posterior a ello nos pregunto que si queríamos ver un cadáver de verdad y no en fotografías o vídeos, todos quedamos fríos, pues estábamos entre los 17 y 19 años de edad, por un momento pensamos que era broma, pero el profesor repitió nuevamente ¿quieren o no ver un cadáver?, rápidamente todos respondieron que sí, yo realmente no quería, de inmediato el profesor nos indicó el lugar, la hora, la fecha y que elementos teníamos que llevar.

Llego el día que tenía que asistir a la morgue, era un domingo en la mañana fría de Bogotá, estaba nervioso y con ansiedad , tome el transporte, llegue al paradero y empecé a preguntar dónde quedaba la morgue **** , pues no conocía el sector y estaba ubicado a una hora y media de mi casa, tome otro bus y llegue en el preciso momento que el profesor menciono mi nombre, dije presente y entre al cuarto auxiliar de la morgue para dejar mis cosas, realmente tenia nervios, sudaba y me imagine miles de cosas, pues tenía tan solo 17 años , nunca había visto un cadáver en persona, la mirada del doctor a cargo era intimidadora, un señor de aproximadamente 50 a 55 años de edad, tenía puesta una bata, también emitía la combinación de cigarrillo y formol, generando la percepción de que solo salía de esa morgue a fumar y tomar tinto.

Ingrese con mis elementos de protección (bata,guantes,tapabocas,gafas), lo primero que vi me dejo frió, pues el profesor había dicho un cadáver y no cinco cadáveres como los que estaban en ese momento en la sala de necropsia, pues uno de ellos estaba totalmente “baleado” y con presencia de pequeños fragmentos de metal, pues era una persona que perteneció a la fuerza área y falleció en un atentado bomba, su rostro estaba totalmente quemado y desfigurado, el segundo cuerpo era de un hombre de aproximadamente 25-30 años de edad, este cuerpo tenía una herida abierta a nivel del tórax, otro cuerpo era una señora de la tercera edad que estaba allí por muerte natural, los otros no recuerdo cual fue su causa de muerte, realmente no tuve interés de verlos a cada uno de ellos, yo solamente sudaba, temblaba, miraba mis compañeros del grupo de nueve personas a ver cuál era su reacción, pero solo dos de ellos eran quienes tocaban los cuerpos y preguntaban, yo simplemente estaba en silencio debido a que quería salir de allí, pero fue cuando el profesor me indica que por haber llegado tarde me tocaba pasar el bloque intestinal (intestinos, hígado,estomago,etc) que estaba en una “tina” de acrílico, tome aire, me acerque y extendí mis manos para recibirlo, pero no fue de nada agradable debido a que le tenía asco a las cosas con aceite o que se encontraban babosas como la clara del huevo, tenía tanto afán de soltar eso y salir de allí a tomar aire o escaparme pero desafortunadamente el profesor decidió que fuera yo quien hiciera la manipulación de los otros cuerpos, pues mi silencio me jugo una mala pasada….

Pasado unos cuantos minutos tocaba manipular por grupos a aquellos cuerpos que faltaron por analizar, nos distribuimos en grupos de 3 personas y analizamos con afanas dichos cuerpos, pero como del afana queda el cansancio mi grupo cometió dos imprudencias, una de ellas fue haber volteado el cuerpo de manera rápida y sin cuidado, pues al colocarlo de medio lado y girarlo podía salpicar sangre debido a que se encontraba con la disección de la necropsia, solo teníamos que girar pero uno de mis compañeros lo soltó y efectivamente salpico la sangre sobre mí, era yo quien estaba en todo el frente de este cuerpo, afortunadamente muchos dirían que tenía protección y no me pasaba nada pero no fue así , la suerte no estaba de mi lado, pues me salpico sangre en el espacio que se encuentra entre las gafas y el tapabocas, mi reacción fue quedarme sin palabras y limpiarme con agua la cara rápidamente.

Llego el monto de salir de allí, tomar y comer algo para esa hambre que se tenía, pero no fui capaz de comprar algo, estaba tan sorprendido del manejo y procedimientos que se hacían que solo pensaba en mi futuro haciéndome las preguntas que muchos estudiantes se hacen, ¿esto si será para mí?, ¿será que esta carrera si será la mía?, ¿y si me retiro?, ¿será que conseguiría trabajo estudiando esto?, estas preguntas me las hice durante varios momentos en la morgue, hoy digo me siento feliz y agradecido con DIOS de ayudarme a seguir adelante sin detenerme o dejar este gusto por la investigación, años después estudie tanatopraxia pero no fue por gusto ni por una nota como en esta historia que acabe de contarles, esta vez fue por enamorarme de una mujer que …….

continuara….